Lo hacemos por los niños, por sus infinitas posibilidades por descubrir, abrazar y cuidar.
Lo hacemos por los ancianos, para que sean reconocidos, escuchados y acompañados.
Lo hacemos por la naturaleza, que merece ser cuidada, amada y valorada.
Lo hacemos por los científicos que buscan la verdad, más allá de los intereses del mercado.
Lo hacemos por los artistas, para que encuentren su espacio, su voz y su expansión en la sociedad.
Lo hacemos por los deportistas, que se esfuerzan por superarse, encontrarse y compartir salud.
Lo hacemos por nuestro cuerpo, que necesita cuidado, movimiento y alimento consciente.
Lo hacemos por nuestra mente, que florece con estímulos diversos y libertad para pensar.
Lo hacemos por nuestro ser más profundo: curioso, sensible y buscador de sentido.
Lo hacemos por los filósofos, que se preguntan quiénes somos y quiénes podríamos llegar a ser.
Lo hacemos por los animales, nuestros hermanos menores, para dejar de explotarlos y comenzar a respetarlos.
Lo hacemos por las madres y padres que necesitan una red, un respiro, una mano amiga.
Lo hacemos por nuestra salud, por nuestra vida, por nuestro mundo.
Lo hacemos por todas las generaciones.
Lo hacemos por lo que realmente importa.
Lo hacemos porque otra forma de vivir es posible.

Lo Hacemos Por Amor.

Atte.
Nazca Monzón